El Grupo Municipal Socialista ha denunciado decenas de veces las graves deficiencias que presenta el transporte público del municipio. Lejos de ir resolviendo todos esos problemas que los propios usuarios van denunciando se amplían o incluso se vuelven crónicos, como dice el concejal Juan Vicente Larrosa. Ejemplo de ello es "el amontonamiento de viajeros en la línea 28, que une Sangonera la Verde y Murcia, desde luego las imágenes que nos están llegando representa un auténtico maltrato a los vecinos".
Larrosa señala que esta denuncia no es nueva y, al parecer, se produce por la eliminación de autobuses durante la Navidad que no se han repuesto. "Es penoso que, sufriendo episodios de contaminación que se prolongan durante días, no se haga una apuesta valiente y decidida por tener transporte de calidad, ágil y a precios módicos. Lejos de eso, se castiga con hacinamiento, pocas frecuencias y billetes caros a los viajeros que sigue confiando sus traslados a los autobuses y que evitan al resto de vecinos y vecinas del municipio mayores niveles de contaminación por no utilizar vehículos particulares".
"Para colmo, estamos llamando a Atención al Cliente para conocer los motivos de suprimir autobuses y ni cogen el teléfono. No sólo no dan servicio, tampoco explicaciones", señala el concejal, quien apunta además de que "los vecinos y vecinas del municipio hemos perdido una oportunidad de oro, porque se ha vuelto a ampliar la concesión a LAT hace poco menos de dos meses sin pedir a la empresa la mejora necesaria y urgente que necesita el servicio". Además, "si el servicio dependiera exclusivamente del Ayuntamiento de Murcia habría más posibilidades de dar solución inmediata a los problemas que van surgiendo, pero mientras dependa de la Comunidad, los fallos se repetirán constantemente".
Al respecto, advierte de que "la inversión en transporte, tanto por parte del Ayuntamiento como de la Comunidad Autónoma, es insuficiente para paliar las necesidades de movilidad de nuestro municipio que hace que los ciudadanos tengan que ir hacinados en los autobuses o se queden en las paradas".
No obstante, también presenta problemas la línea 39, que une el Campus de Espinardo con Murcia y que, por tanto, los usuarios son estudiantes con un horario lectivo y de exámenes que en muchas ocasiones a lo largo del curso está hipotecado por la frecuencia del autobús. "En una reunión con representantes del alumnado de la Universidad de Murcia nos llegaron a denunciar que se han dado casos de compañeros que no han llegado a tiempo a sus exámenes, y desde luego esto no se puede consentir", explica Larrosa.
"Además, cuando comienzan los exámenes cambian las frecuencias, pasando de los 20 a los 30 minutos y, además, el primer autobús sale a las 7.30h, por lo que con 29 paradas es imposible llegar al campus a las 8.00h", concreta el concejal.
"Lo hemos dicho más de una vez, mientras Murcia no tenga un transporte público digno y de calidad no será un municipio moderno, no reducirá sus niveles de contaminación, no tendrá un territorio equilibrado y conectado y no tendrá ciudadanos iguales, porque hay una grave discriminación con quienes viven en pedanías lejanas, cuyas citas médicas, administrativas o compromisos laborales y educativos dependen de un transporte que debería ser desde hace mucho años impecable. Es la gran asignatura pendiente del municipio".
Insiste en que el transporte en Murcia "no puede ser peor ni adrede, y peor aún, incentiva el uso del coche particular, así que quedarse con los brazos cruzados ya hemos visto que no da ningún resultado, los equipos de Gobierno municipal y regional deben plantar cara definitivamente al problema existente", y recalca que "las deficiencias que se detectan a diario afectan principalmente a colectivos que tienen que cumplir un horario, mujeres de Sangonera que vienen a trabajar a Murcia y estudiantes que tienen que ir a clase".