El Museo de la Ciencia y el Agua está celebrando, un año más, el programa denominado ”Museo de verano". El objetivo principal es el de despertar en los más pequeños el interés y curiosidad por la ciencia, utilizando para ello el potencial científico del museo.
A través de actividades lúdico-educativas, además de concienciar a los niños sobre la importancia del agua, se les ha dado a conocer un problema que afecta a todos: la contaminación lumínica. Se les ha explicado cómo una iluminación excesiva e incorrecta, además de no dejarnos ver las estrellas, puede afectar también al medio ambiente y la salud de las personas. Han conocido los fenómenos asociados a la luz, así como las alternativas que permiten una iluminación exterior nocturna útil, sin perjudicar la visión del cielo y el hábitat nocturno.
El concejal de Cultura, Rafael Gómez, ha entregado esta mañana los diplomas a los cerca de 30 menores (de entre 5 y 12 años de edad) que durante un periodo de 15 días han participado en las diferentes actividades que organizaba el museo para ellos.