Un equipo de investigadores del grupo de Química Orgánica Sintética de la Universidad de Murcia, que dirige el profesor Mateo Alajarín, trabaja en la creación de estructuras de moléculas entrelazadas con aplicaciones potenciales en áreas tan diversas como los materiales y la medicina.
A lo largo de la historia reciente, los químicos han conseguido diseñar este tipo de moléculas con diferentes estaciones, con partes móviles que activan su funcionamiento en respuesta a diferentes estímulos.
El estacionamiento de estas partes móviles en uno de estos "aparcamientos" es capaz de expresar, a voluntad, propiedades previamente codificadas por los químicos en su estructura molecular.
En este estudio se han diseñado compuestos capaces de controlar ese movimiento mediante el acoplamiento con otras moléculas mucho más pequeñas. Este sistema funciona de un modo similar en los sistemas biológicos, aunque la estructura creada por los científicos es menos compleja.
El profesor responsable de esta línea de investigación, José Berná, explica que el trabajo consiste en "controlar ese movimiento molecular con varios propósitos, entre ellos, desarrollar respuestas macroscópicas que tengan potencial aplicación en otras áreas".
En medicina, esta aproximación tendría diferentes aplicaciones, y una de ellas sería la fabricación de sistemas de administración controlada de fármacos cuya efectividad comience en el momento deseado. Por ejemplo, cuando la medicación esté en el órgano que se pretende tratar.
Los resultados han sido publicados en la prestigiosa revista de Química Angewandte Chemie International Edition.