La redacción de la nueva ordenanza posibilitará acceder a esta prestación sin un plazo previo establecido como sucede hasta ahora El respiro familiar es un servicio de apoyo a las familias con personas a su cargo en situación de gran dependencia que requieren de la atención continuada de una persona como cuidadora principal
La aprobación de una Ordenanza Reguladora de la Prestación de Respiro Familiar en Domicilios permitirá la posibilidad de que los beneficiarios puedan solicitar esta prestación a lo largo de todo el año, sin ceñirse a un plazo previo, como sucedía hasta ahora. El procedimiento administrativo para ello está ya en marcha. Ha pasado el trámite de la aprobación inicial por parte de la Junta de Gobierno, esta mañana se ha sometido al dictamen de la Comisión de Pleno de Empleo, Derechos Sociales, Educación y Cultura y el próximo jueves se incluirá en el orden del día del Pleno.
El Servicio de Respiro a Familias con Personas con Dependencia Funcional consiste en la prestación de apoyo a la familia que atiende habitualmente a una persona dependiente, que soporta una sobrecarga tanto por la cantidad de trabajo que la atención del familiar dependiente conlleva, como por el nivel de estrés emocional que comporta. Esta prestación permite sustituir en los cuidados que le presta para que la familia o persona cuidadora principal pueda verse aliviada.
En estos momentos hay 70 usuarios adscritos a este servicio, en el que la Concejalía de Derechos Sociales, promotora de este proyecto, dedica un presupuesto aproximado de 200.000 €.
Hasta ahora, se aprobaba una convocatoria anual para el acceso a este servicio, a la que necesariamente debían concurrir año tras año aquellas familias que querían beneficiarse del mismo. La aprobación de esta ordenanza supone equiparar este servicio al procedimiento que ya estaba establecido para el acceso a otros servicios análogos, como ayuda a domicilio y teleasistencia domiciliaria.
El Respiro Familiar es un servicio de apoyo a las familias con personas a su cargo en situación de gran dependencia que requieren de la atención continuada de una persona como cuidadora principal. La prestación cubre los cuidados personales y de acompañamiento, en su propio domicilio, que necesite la persona en ausencia de los familiares, a través de profesionales con formación específica en atención a personas con necesidades especiales.