El grupo de investigación Filogenia y Evolución Animal de la Universidad de Murcia, centrado en el estudio de mariposas, coleópteros (escarabajos) e insectos palo, está embarcado en un ambicioso proyecto: estudiar los diferentes grupos de insectos que habitan los distintos ecosistemas peninsulares
Su investigación comenzó en el año 1986, a nivel regional, cuando se catalogaron las especies de un grupo de coleópteros conocidos como carábidos. Posteriormente, en el año 2000, ampliaron su estudio clasificando las casi seiscientas especies de mariposas presentes en la Región de Murcia en ese momento. Actualmente, este conjunto de investigadores desarrolla la actualización de esos proyectos, incluyendo otros grupos de insectos palo como los fásmidos y los mántidos, familia a la que pertenece, por ejemplo, la mantis religiosa. Todo ello financiado por la Fundación Seneca.
Estos estudios que cubren el sureste peninsular les han permitido conocer los patrones de distribución de numerosas especies. Junto a ello, su muestreo de otros espacios naturales de la península ibérica también ha servido para descubrir nuevas especies de mariposas que no eran conocidas, hasta la fecha, en determinadas zonas, comoJordanita budensisyAllophyes corsicaen el Parque Natural del Alto Pirineo y en el Valle de Arán, respectivamente, eHydria cervinalisySchistostege decusataen el Parque Natural de Somiedo en la Cordillera Cantábrica entre otras muchas especies.
De igual forma, gracias a esta investigación se ha halló una nueva especie de insecto palo, Pijnackeria recóndita, en el Parque Nacional de Sierra Nevada. Descrita en la revista Zootaxa, esta especie fue descubierta en una zona concurrida por los amantes del esquí y muy documentada por otros investigadores, por lo que fue "una sorpresa de la naturaleza" explica el Dr. Antonio Ortiz, investigador del grupo. Para su estudio se usó la taxonomía integrada que incluye la descripción morfológica, ecológica y molecular.
Estas investigaciones han posibilitado su participación en el proyecto mundialThe Barcode of Life, liderado por la Universidad de Guelph (Canadá), cuyo propósito es identificar todos los organismos del mundo mediante un código de barra (barcode en sus siglas en inglés), obtenido de la secuenciación de un gen presente en el ADN mitocondrial (citocromo oxidasa-1), que identifican a cada especie dentro de una base de datos mundial (www.barcodeoflife.org).
Tal y como cuenta el Dr. Antonio S. Ortiz, "los investigadores se suelen desplazar durante cortos periodos de tiempo, que además suele concentrarse en los meses de primavera y verano, por lo que cuando se estudia la fauna de los espacios naturales a finales de invierno y otoño, se pueden encontrar especies con unos requerimientos eco-fisiológicos diferentes".
Filogenia y Evolución Animal desarrolla su actividad en los principales espacios naturales de las zonas montañosas peninsulares como Los Ancares en Galicia, Somiedo en Cantabria, los Picos de Europa en Asturias, Ordesa y Monte Perdido en Huesca.
También trabajan zonas más próximas como la Sierra del Taibilla en Albacete, la Sierra de María y Cabo de Gata en Almería, Sierra Nevada en Granada.
En la Región han analizado las Sierras de Espuña, Carrascoy, Pila y Revolcadores, así como los espacios litorales de San Pedro del Pinatar, Calblanque, Bolnuevo y Calnegre, entre otros lugares.
Además de numerosas publicaciones en revistas científicas nacionales e internacionales, el grupo formado por el profesor Antonio S. Ortiz y los colaboradores científicos Rosa María Rubio, Juan José Guerrero, Manuel Garre, Pablo Valero y otros amantes de la naturaleza; han publicado varios libros sobre la fauna de mariposas de Murcia, el Valle de Arán y la Serranía de Cuenca (www.entomoiberica.es).
Los próximos días 16, 17 y 18 de junio tienen prevista una reunión en Murcia, a la que acudirán expertos de Alemania, Gran Bretaña, Italia y Brasil, entre otros países, para establecer un estudio de la evolución de los insectos palos.