El Instituto, situado en un inmueble del siglo XVIII sede del antiguo Colegio de Teólogos de San Isidoro y del primer Instituto Provincial, es un símbolo de las instituciones educativas de la ciudad y uno de los inmuebles de referencia del frente urbano próximo al río Segura.
La declaración de Bien de Interés Cultural, con categoría de monumento, para el edificio que hoy acoge el IES Licenciado Francisco Cascales partió de una solicitud elaborada por la asociación Huerta Viva, formante de la Plataforma por la Defensa del Patrimonio Cultural de Murcia. Solicitud que una vez tramitada por la Dirección General de Bienes Culturales ha concluido en el decreto que, en el día de ayer, hizo efectiva dicha declaración.
La Plataforma ha venido marcando como uno de sus objetivos la salvaguarda de una serie de hitos históricos de la ciudad que no contaban con protección específica, como fue el caso del jardín de Floridablanca, declarado BIC, con categoría de jardín histórico, en abril del año pasado.
En el caso del edificio del Instituto Cascales, estamos ante uno de los componentes de la fachada histórica de la ciudad de Murcia, con una arquitectura propia del siglo XVIII murciano, formando un valioso conjunto con diversos inmuebles como la Iglesia de San Juan de Dios, el antiguo Seminario de San Fulgencio y el Palacio Episcopal. Destaca asimismo el valor cultural que representa para la ciudad y la Región de Murcia desde hace siglos, al acoger al antiguo Colegio de Teólogos de San Isidoro, una de las fundaciones del Cardenal Belluga, y ser con posterioridad la sede del Instituto Provincial de Segunda Enseñanza, el tercero de los creados en España.
Desde 1837 ha venido cumpliendo con esta labor, a pesar de los cambios de nombre vividos tras la Guerra Civil, cuando fue bautizado como Instituto Alfonso X, pasando a acoger otros centros de enseñanza secundaria tras el traslado de este último al barrio de Vistalegre en 1966, como los institutos Floridablanca, Infante Juan Manuel y Licenciado Cascales. Además, destaca su vinculación con los primeros intentos de establecer una universidad en Murcia durante el siglo XIX.
En su interior se conservan espacios de gran interés como el patio central de ladrillo visto, la escalera principal de mármol, con barandilla de madera y zócalo de azulejos, o el salón de actos. La declaración BIC afecta de la misma manera a diversos bienes muebles que constituyen una parte esencial de su historia, como el conjunto de lienzos del siglo XVIII realizados para el antiguo Colegio de Teólogos, que hoy se encuentran en el IES Alfonso X. Bienes que deberían regresar a su lugar de origen al ser parte indisoluble del nuevo monumento.
Con motivo de la declaración, la Plataforma pretende organizar visitas guiadas por el edificio contando con la colaboración de antiguos profesores del centro.