La concejala de Derechos Sociales y Cooperación al Desarrollo del Ayuntamiento de Murcia, Conchita Ruiz, y de Comercio, Maruja Pelegrín, han visitado esta mañana las actividades organizadas con motivo del XVII Encuentro Nacional de Encajeras que se celebra en Murcia.
El Jardín de la Pólvora y el Centro Regional de Artesanía han acogido este evento, en el que colabora el Ayuntamiento, organizado por la Asociación Murciana de Amigas del Bolillo, que tiene entre sus objetivos principales, "la recuperación y transmisión del encaje de bolillos a través de demostraciones públicas y del aprendizaje y difusión de nuevas técnicas artesanas relacionadas con el encaje y el bolillo", según ha explicado la concejala.
Este XVII Encuentro ha reunido a casi 500 artesanas, contando con más de 30 asociaciones de diferentes procedencias de nuestra región, tales como Murcia, Cartagena, Cieza, Caravaca, Abanilla, Abarán, Fuente Álamo, etc. y colectivos de otros municipios de España, como son Albacete, Pinoso, Letur, Socovos, Torrevieja, Ibi, Benidorm o Valencia.
La mañana ha comenzado con la recepción de las encajeras participante y un desayuno conjunto para dar comienzo después a la muestra y exhibición de las técnicas y trabajos de Artesanas de Bolillo y Encaje.
En el interior del Centro de Artesanía de la Región de Murciana se han expuesto desde primera hora diversas piezas artesanas realizadas en encaje de bolillo, principalmente ropa y complementos tales como camisetas, enaguas, bolsos, pañuelos, bolsos, joyería, abanicos, etc.
Origen del encaje
El origen histórico del encaje se fija por lo general a mediados del siglo XVI en Venecia. Pero hay que remontarse a las antiguas civilizaciones de Oriente para encontrar sus primeros vestigios.
En Europa, España, Italia y Flandes mantienen una larga disputa por sostener el triunfo de ser la primera en la invención del encaje. El extraordinario y creciente uso que se hacía de estas manufacturas en los siglos XVI y XVII para golas o gorgueras, cuellos, vuelillos en las bocamangas, cortinajes, etc. contribuyó grandemente al desarrollo de esta industria y a que se fundaran centros muy activos de la misma, durante dichos siglos en toda Europa, sobre todo, en Italia, Francia, Estados flamencos, Inglaterra y España. De aquí se originaron gran variedad de puntos que son conocidos con nombres como punto de Venecia, de Malinas, de Bruselas o punto Colbert, entre otros.