La accesibilidad de los espacios públicos es uno de los puntos claves en los que se basa la modernidad de una ciudad. Descuidar la accesibilidad implica en la mayoría de los casos discriminar a colectivos sociales con problemas de movilidad o de otra índole, quienes no podrán hacer uso de lo público como el resto de sus vecinos y vecinas. Por ello, el Grupo Municipal Socialista en aras de una mejor atención y asistencia a las personas ostomizadas reclamará al Pleno que se adapte al menos un baño en todos los edificios municipales y se estudie la posibilidad de estacionamiento urgente para que estas personas puedan acudir a un baño sin riesgo a ser multados.
La concejala Esther Nevado, que busca que esta moción sea apoyada por todos los grupos representados en el Ayuntamiento, explica que este colectivo porta una bolsa de ostomía para evacuar sus desechos orgánicos, “algo que supone un gran impacto en su calidad de vida y los murcianos afectados conviven a diario con esta circunstancia, bajo la ley del silencio”. Aclara también que las personas ostomizadas carecen de control voluntario de las evacuaciones, por lo que “la ausencia en los aseos públicos de condiciones idóneas para vaciar las bolsas y cuidar la higiene del estoma es un problema grave que sólo lo conocen quienes lo padecen”.
Situaciones cotidianas como entrar en un aseo público para hacer sus necesidades se convierten diariamente en una penalidad para estas personas, ya que, actualmente, no cuentan con las condiciones óptimas de higiene con el fin de poder cambiarse y desechar la bolsa, así como para realizar la limpieza de la zona afectada antes de colocarse un nuevo dispositivo.
Asimismo, según Nevado, “el miedo absoluto a tener una fuga les impide, más veces de lo que creemos, salir a la calle como cualquier otra persona, porque una de las grandes dificultades con las que se encuentran es no disponer de baños públicos adaptados”.
Según explican las distintas asociaciones de afectados de todo el territorio nacional, sólo necesitan que en los aseos públicos haya un vaciador encastrado, situado a unos 75-80 cm del suelo, con cisterna y sifón, una mesa limpia para hacer el cambio de dispositivo, un espejo, un punto de agua con ducha para poder lavar la bolsa, jabón y papel higiénico, siendo el coste de todo ello una cantidad asequible.
Para la concejala, “no debemos permitir que haya personas que no puedan usar un aseo en condiciones dignas y que su discapacidad limite el desarrollo de su vida en sociedad. Entendemos que para que se haga efectivo el derecho a la igualdad tal y como reconoce nuestro ordenamiento jurídico, las administraciones públicas deben promover las medidas necesarias para que el ejercicio en igualdad de condiciones de los derechos de las personas con discapacidad sea real y efectivo”.