La parroquia del Espíritu Santo de Espinardo (Murcia) tiene acogidas a siete refugiadas ucranianas: dos madres -una de ellas con tres hijas y otra con una- y una mujer más. Llegaron el viernes y el sábado para instalarse en la casa parroquial.
El Miércoles de Ceniza la comunidad de base y la Asociación Murcia Acoge se pusieron en contacto con el párroco del Espíritu Santo, Antonio Sánchez, para solicitarle la acogida de refugiados de la guerra de Ucrania, a lo que este aceptó. Tras esto, se acondicionó la casa parroquial para que pudiera servir de vivienda.
El sacerdote asegura que tienen las necesidades cubiertas, que los feligreses de la parroquia se han ofrecido para ayudarles en lo que necesiten, pero que «ellas ahora mismo manifiestan que necesitan estar solas». El idioma se presenta como un impedimento para la comunicación, pero no por ello disminuye la hospitalidad y el servicio.
Actualmente la acogida de los ucranianos que huyen de la guerra y que llegan hasta la Región de Murcia se gestiona a través de la asociación Accem (organización sin ánimo de lucro centrada en la atención de personas refugiadas, migrantes y en riesgo de exclusión social). Esta entidad ha sido financiada por el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, formando así parte de la Red Estatal de Acogida, para dar respuesta inmediata a cualquier necesidad de información o acogida de las personas desplazadas de Ucrania.
Colaboración económica con Ucrania
Al inicio de la Cuaresma el obispo de la Diócesis de Cartagena, Mons. José Manuel Lorca Planes, hizo una invitación a colaborar económicamente con Ucrania, con una limosna cuaresmal: «Animo a todos los sacerdotes, a los religiosos y laicos a rezar profundamente por la paz en el mundo, especialmente en Ucrania, y a que, con lo que podamos, colaboremos todos económicamente para ayudar a nuestros hermanos que están sufriendo».
Para realizar esta limosna, el Obispado ha habilitado una cuenta: ES86 0049 6660 7629 1614 2967.