El Ayuntamiento de Murcia, a través de la red de Bibliotecas de Murcia, dependiente de la Concejalía de Educación, Agenda Urbana y Gobierno Abierto, rendirá este sábado un homenaje al poeta de Orihuela Miguel Hernández, en el 80 aniversario de su muerte, que se produjo en 1942 en la prisión de Alicante tras ser encarcelado por el régimen franquista. El Alcalde de Murcia, José Antonio Serrano, acompañado por el concejal de Educación, Antonio Benito, ha presentado esta mañana este acto de homenaje.
"Preservar y cuidar la memoria de los pueblos es una manera de hacer justicia y de reconciliarnos con nuestro pasado, por eso es tan importante que desde las administraciones públicas se recuerde la figura de personas ilustres que fueron vilipendiadas en el pasado. Miguel Hernández, poeta inmortal, miembro de la Generación del 27 y hermano de los murcianos, pues era de Orihuela, merece sin ningún género de dudas este homenaje", ha señalado el Alcalde Serrano.
Itinerario por diferentes puntos de la ciudad
De este modo, el sábado a partir de las 11 el actor Salvador Riquelme, ataviado y caracterizado como Miguel Hernández, declamará sus poemas como él y con unos cartelones de madera, tal y como acostumbraba a hacer habitualmente el poeta oriolano. El itinerario comenzará en la plaza Belluga, pasando a continuación por la Plaza de la Cruz, Santo Domingo, Alfonso X El Sabio, hasta terminar en la rehabilitada Cárcel Vieja.
Una vez en la Cárcel Vieja, comenzará el acto de homenaje propiamente dicho. Oché Cortés cantará ‘Para la Libertad' y ‘Las tres heridas', tras lo que leerá una serie de poemas, entre ellos ‘Vientos del Pueblo'. A continuación, la poetisa Magdalena Sánchez Blesa hará una lectura de los poemas de Hernández acompañada a la guitarra por Manu León. Más tarde, Leonor Jiménez bailará ‘Las nanas de la cebolla', interpretadas por Enrique Morente.
Tras la lectura de más poemas intervendrá el novelista, poeta y ensayista José Luis Ferris, que también es biógrafo de Miguel Hernández. El acto finalizará con la lectura del último poema que escribió Hernández antes de morir y con Leonor Jiménez bailando una soleá.
Poesía de la vida, el amor y la muerte
Miguel Hernández es uno de los máximos exponentes de la Generación del 27 aunque, por época, también se le puede situar en la Generación del 36. Su poesía gira en torno a la vida, al amor y a la muerte, como los tres grandes temas que vertebran toda su rumiar trágico y apasionado. Y sin embargo, para lograr esa ‘bella mentira fingida' con la que él mismo denomina a lo poético, utiliza un léxico natural, vulgar incluso, aunque lleno de un doble sentido evocador.
El concejal Antonio Benito ha explicado que "apenas pasan doce años entre los primeros versos de ‘Pastoril' en el Diario ‘El Pueblo de Orihuela' y los últimos, en torno a la fecha de su muerte, en marzo de 1942. Pero en ese espacio de tiempo, Miguel Hernández encarna el grito lírico de la vivencia cotidiana del hombre normal, del campesino, del hombre sobrecogido y emocionado ante eso tan difícil de mirar que es la vida concreta, introduciendo en ese grito a los clásicos del Siglo de Oro, la estética juanramoniana, la impureza, la religiosidad y el hermetismo, los acertijos oscuros y la luz más clara de lo rural y lo campestre".
Al final de la Guerra Civil fue encarcelado por la dictadura de Franco y murió en la enfermería de la prisión de Alicante aquejado de una infección pulmonar agravada por la tuberculosis con apenas 31 años.