La Región de Murcia volverá a lucir en sus carreteras la mítica figura del Toro de Osborne gracias al clamor de su población. Próximamente se procederá a la colocación de una valla del reconocido Toro en el municipio de Baños de Mendigo, tras la petición formulada y respaldada por numerosas asociaciones, ayuntamientos e instituciones de la Región.
En concreto, el Toro de Osborne estará situado en la carretera desde el Puerto de la Cadena hacia el campo de Murcia-Cartagena, en la pedanía de Baños de Mendigo donde transcurre la autovía nacional A-30, a su paso por el Puerto de la Cadena, que canaliza el flujo de comunicaciones por carretera entre Murcia y Cartagena, las playas del Mar Menor y el interior de España.
Su emplazamiento en el paraje de Lo Pareja, localizado en el sur del Parque Regional El Valle y Carrascoy, permite su visibilidad desde largas distancias para todos los vehículos que transiten esta vía.
Así, lo ha determinado la comisión técnica del proyecto, compuesto por personal técnico del Grupo Osborne y del Gobierno regional, que ha valorado los proyectos de emplazamientos propuestos por seis localidades de la Región, entre ellos, Murcia, Cartagena, La Unión, Blanca, Ulea y Las Torres de Cotillas
Un icono reconocido internacionalmente
El Toro de Osborne nace en 1956 y el éxito de su diseño hizo que la geografía española y sus carreteras se llenaran con más de 500 toros, dos de ellos en la Región. Sin embargo, en 1988 se prohíbe cualquier publicidad fuera de los tramos urbanos visibles desde la carretera, y se procede a retirar todas las vallas publicitarias, hasta que en 1997 el Tribunal Supremo declara el Toro de Osborne de interés social, cultural y artístico y lo eleva a categoría de símbolo internacional.
A día de hoy, existen 90 figuras del Toro repartidas por la geografía española, ninguna de ella en la Región de Murcia.
La figura del Toro de Osborne tiene una peso de 4.000 kilos, mide 14 metros de altura y ocupa una superficie de 150 metros cuadrados, y para su colocación es necesaria la instalación de las torretas metálicas, con seis metros cúbicos de hormigón, el montaje de las piezas mediante tornillos de doble tuerca y la pintura de la valla con 50 kilos de pintura.