Habían destinado las diez viviendas del inmueble al cultivo y manipulación de la marihuana
La elevada calidad de la marihuana le abrió las puertas del mercado holandés
La Guardia Civil de la Región de Murcia, en el marco de la operación 'TONINO', ha desmantelado un grupo delictivo dedicado al cultivo y posterior tráfico de marihuana en la pedanía murciana de Sangonera la Seca. Los siete arrestados, a los que se les atribuye la presunta autoría de los delitos de tráfico de drogas, usurpación de inmueble y defraudación de fluido eléctrico, se habían apropiado de un edificio sin ocupar, para instalar en sus diez viviendas invernaderos clandestinos de marihuana y destinar otras estancias a secaderos y salas de manipulación y envasado.
Agentes especializados en prevención de la seguridad ciudadana iniciaron la investigación el pasado mes de febrero, cuando detectaron que un grupo de personas podría estar relacionado con el tráfico de drogas.
El dispositivo de vigilancia realizado sobre el grupo investigado permitió a los guardias civiles verificar su presunta vinculación con la distribución de marihuana tanto en Sangonera la Seca y Alcantarilla como en Torrevieja (Alicante), por lo que se amplió el dispositivo de investigación con la finalidad de averiguar el lugar de cultivo, almacenaje y manipulación de dicha sustancia.
Poco después y para sorpresa de los investigadores se detectó que los integrantes del grupo delictivo, ataviados con ropa de trabajo, accedían regularmente a un edificio de Sangonera la Seca, recién construido pero sin habitar, aparentando ser profesionales del sector de la construcción.
Los investigadores comprobaron que la mayoría de los integrantes del grupo se encontraban desempleados y que habían conectado ilícitamente la electricidad al edificio, por lo que, una vez comprobado el elevado consumo de energía e intuyendo que en el inmueble se hubiera instalado un invernadero clandestino, se centraron todas las investigaciones en el edificio y en los desplazamientos de los sospechosos.
De la investigación se desprende que los ahora arrestados aprovecharon la situación de embargo del edificio, que lo componen diez viviendas y sus anexos, para usurpar el inmueble y así evitar ser descubiertos, como habitualmente son detectados en otro tipo de instalaciones o plantaciones de exterior. Además, varios de los integrantes del grupo tenían experiencia en estos delitos, ya que se les había desmantelado alguna que otra plantación anteriormente, de ahí que utilizaran la cobertura de entrar con ropas de trabajo al edificio, dando la sensación de trabajadores culminando la construcción.
Para trasladar la marihuana y llevar a cabo las entregas a clientes, los integrantes del grupo delictivo se valían de elevadas medidas de seguridad para evitar ser detectados, lo que dificultaba la actuación de los investigadores. El método más común era la utilización de un vehículo cargado de marihuana y de otro que realizaba funciones de 'lanzadera' para alertar de posibles controles policiales. Antes de realizar el intercambio, otros integrantes vigilaban la zona para detectar la presencia de vehículos o personas que les pudieran generar sospechas.
Otro método utilizado para los intercambios, inspirado en los contrabandistas de tabaco de los años ochenta en el Pirineo, era cargar la marihuana envasada al vacío en el maletero de un vehículo, simular averías en el mismo y solicitar el servicio de una grúa para trasladarlo hasta Torrevieja, donde el vehiculo cargado se estacionaba en una zona convenida y otra persona con copia de las llaves se hacia cargo del coche, de este modo evitaban ser detectados durante el traslado por carretera en controles policiales, así como dificultaban poder ser relacionados con la actividad ilícita.
Tras obtener los indicios necesarios, la Guardia Civil desarrolló la fase de explotación de la operación, con un equipo compuesto por una veintena de efectivos y el helicóptero del Cuerpo, en la que se realizó la entrada y el registro del edificio investigado, que permitió desmantelar una sofisticada plantación de marihuana tipo indoor, distribuida por todo el edificio y con estancias dedicadas a todas las fases del cultivo y la manipulación del cannabis sativa.
Colaboración con el Cuerpo Nacional de Policía
Una vez registrado el edificio e incautada la plantación y el resto de efectos relacionados con el tráfico de drogas, los guardias civiles, que han contado con la colaboración de efectivos del Cuerpo Nacional de Policía de Alcantarilla en las labores de identificación de los integrantes del grupo delictivo, establecieron un dispositivo de búsqueda que ha culminado con la localización y detención de los siete integrantes del grupo delictivo, como presuntos autores de los delitos de usurpación de inmueble, tráfico de drogas y defraudación de fluido eléctrico.
Sofisticada plantación de marihuana indoor
La red desmantelada había usurpado un edificio de Sangonera la Seca, compuesto por diez viviendas, y había instalado en su interior numerosos invernaderos para el cultivo de marihuana. También había destinado otras estancias de las viviendas a secaderos y manipulación final del cannabis.
La infraestructura y los medios empleados por el grupo delictivo han sorprendido a los investigadores por su sofisticación. Tanto en los invernaderos como en los secaderos de cogollos se utilizaban focos de sodio con temporizadores y refrigeración autónoma para mantener los habitáculos con una temperatura óptima con el fin de acelerar los procesos, además de garantizar iluminación las 24 horas del día, y así llevar la explotación de las plantas a su máximo rendimiento.
También tenían plantas exclusivamente orientadas a la producción de semillas, las cuales estaban injertadas para proveer una gran cantidad de simientes de excelente calidad, lo que proporcionaría unas plantas sanas y con mucho más índice de tetrahidrocannabinol (THC) que las plantas de marihuana convencionales.
Exportación de marihuana a Holanda
Los investigadores han verificado que, gracias a la alta calidad de la marihuana que proporcionaban las plantas, el grupo se había abierto mercado internacional y envasaban cogollos al vacío para comercializarlos en Holanda, a través de ciudadanos de este país que residían en la localidad alicantina de Torrevieja.
Fraude de fluido eléctrico superior a los 100.000 euros
Durante la investigación, la Guardia Civil ha comprobado que los ahora arrestados habían conectado ilícitamente la electricidad al edificio. A través de butrón en el sótano del edificio se conectaron a un transformador situado a unos 100 metros del edificio con cuatro tomas directas a la red pública para evitar bajadas de tensión en la zona, así como ser indetectable el consumo. Las cuatro conexiones soterradas que suministraban electricidad al edificio en fases distintas, les permitían dotar a la plantación de una elevada potencia de consumo.
La empresa suministradora estima que han defraudado 109.019 euros en tan solo un año, cuyos gastos han sido reclamados al responsable de la plantación.
En el edificio registrado se han incautado 50.000 gramos de marihuana dispuestos tanto en cogollos como prensados y envasados al vacío, así como un centenar de plantas recolectadas. Además se ha desmantelado un invernadero clandestino de marihuana multifunción compuesto por 115 lámparas de sodio de alta presión, ocho filtros de carbono para evitar el olor, gran cantidad de reactancias, cableado y cuadros eléctricos, abono y herramientas para el cultivo, aparatos de aire acondicionado, extractores, humificadores. También se han incautado tres vehículos de gama alta utilizados por la trama durante su actividad delictiva.
Los siete arrestados españoles, con edades comprendidas entres los 24 y los 46 años, vecinos de varias pedanías de Murcia y de Alcantarilla, y algunos con antecedentes por delitos similares, la droga aprehendida, los efectos incautados y las diligencias instruidas han sido puestos a disposición del Juzgado de Instrucción de Murcia.