El Alcalde, Miguel Ángel Cámara, acompañado por la Concejal de Bienestar Social, Maruja Pelegrín, ha presidido esta tarde el homenaje a 11 mayores del Municipio de Murcia que se han distinguido, a lo largo de sus vidas, por la entrega a la Ciudad y a sus ciudadanos. El acto, que ha tenido lugar en el Teatro Romea, ha reunido a varios centenares de familiares y amigos.
Cámara ha destacado de todos ellos su "tesón, esfuerzo, dedicación. Y también cariño, entrega y solidaridad", además de destacar que "nos reunimos aquí para, de forma pública, reconocer sus méritos en beneficio de toda la comunidad y distinguirlos por atesorar auténticas vidas dedicadas a mejorar la sociedad desde diferentes aspectos, ambientes y ocupaciones".
El primero de los galardonados condensa en su persona todo el casticismo de nuestra huerta, a la que ha dedicado toda su vida, unas veces ensalzándola entre nosotros y otras a lo largo y ancho del mundo. Se trata de D. Antonio Avilés Soriano, nacido en Santiago el Mayor. Desde el año 1980, en que se fundara su amada Peña La Breva, la vida de D. Antonio Avilés ha estado ligada a poner en valor nuestro legado cultural, folklórico y etnográfico, también como Presidente de la Federación de Peñas Huertanas desde el año 1995. Figura entre sus principales logros el haber conseguido que el Bando de la Huerta sea declarado Fiesta de Interés Turístico Internacional.
Como ejemplo de entrega absoluta, como ha destacado Cámara, son las religiosas de la Congregación de Las Hermanitas de los Pobres que se establecieron en la ciudad en 1878, situándose en una casa alquilada en El Malecón, con capacidad para 30 ancianos. Luego pasarían por Santa Eulalia hasta que se construyó el asilo en el Portillo de San Antonio, que duró hasta 1974, cuando se trasladaron a Puente Tocinos.
Como cualquier Casa regentada por la congregación, ésta tiene un objetivo no lucrativo. Funciona gracias a la ayuda maravillosa de la Providencia, que se manifiesta gracias a la aportación de donativos por parte de benefactores que sostienen nuestra obra, y también gracias al reparto fraterno que hay en la congregación, donde las casas más favorecidas ayudan a las que lo son menos.
Otro de los galardonados ha sido D. Juan Antonio Garre Muñoz, reconocido belenista. Cuenta D. Juan Antonio con más de 4.000 figuras donde representa uno de los acontecimientos más entrañables de la historia, como es el nacimiento de Jesús.
Sin abandonar el mundo de los belenes, Murcia también reconoce a otro de sus hijos que ha entregado sus desvelos a este noble oficio artesano. Se trata de D. Luis Martínez Jimeno, hijo de una familia huertana de Santiago y Zaraíche donde se vivía la Navidad como solo en Murcia sabemos hacerlo. Y aquella remota afición por montar el belén se convirtió en toda una forma de vida. Porque D. Luis consiguió reunir miles de piezas, de gran calidad artística.
Durante varios meses al año, y durante ya muchos años, nuestro querido amigo compone un espectacular Belén en la avenida Príncipe de Asturias, que es gozo y deleite para cuantos aman nuestras tradiciones.
La siguiente galardonada, Dña. Mª Teresa Palacín Tortosa, aunque nació en París, podemos considerarla murciana como ninguna pues ha vivido entre nosotros desde hace unos muchos años. Además, ha hecho grandes cosas por los murcianos como fundadora presidenta de la Asociación de Familiares de Enfermos de Alzheimer de la Región de Murcia (AFAMUR).
Desde el año 1993, esta institución se encarga de ayudar a los enfermos y sus familias con una intervención más directa, con geriatras, enfermeros, psicólogos, trabajadores sociales, todos trabajando de forma voluntaria, con la organización de cursos de voluntariado, convenios con instituciones públicas y cuantos mecanismos e iniciativas han sido necesarias. Aunque tampoco nació en Murcia, Doña Alicia Muñoz Cortés pronto se afincaría en Murcia para quedarse para siempre. Incluso se licenció en Química por nuestra Universidad. Establecida su familia, los Sánchez-Campillo, en el barrio de Santa María de Gracia, doña Alicia comenzaría a impulsar la acción social de este barrio hasta el extremo de ser reconocida y querida por todos.
A ella le debemos, por ejemplo, el anticiparse a las actuales oficinas de búsqueda de empleo cuando creó aquellas libretillas donde apuntaba ofertas de trabajo y demandas para hacer posible que todas las familias pudieran ganarase con dignidad su sustento. Murciana con profundas raíces cristianas, tanto en su comunidad parroquial como en los jesuitas de Fontanar, doña Alicia también es un referente del movimiento Scout como una forma de impulsar que los jóvenes crecieran en un entorno saludable y con valores sólidos. Razones de sobra para anunciar en esta tarde el más firme homenaje de los murcianos a su persona.
Otra de las trayectorias galardonadas esta tarde es la desarrollada por D. Ignacio Martínez Cascales. En 1981 fue uno de los fundadores de la Peña Huertana El Pimentón, en el que perteneció a su directiva durante varios años.
Durante toda su vida ha sido miembro de la Hermandad del Santísimo Cristo de la Salud de Espinardo, perteneciendo a su directiva en los últimos 40 años y ostentando el cargo de Vicepresidente. También fue fundador del AMPA del Colegio San José en el año 1986, permaneciendo en su directiva durante más de 20 años.
En 1988 formó parte del grupo que fundaron la Peña Huertana La Tarabilla. En muchas ocasiones, formó parte de las distintas Comisiones de Fiestas que en Espinardo se han constituido. Además de estos cargos, siempre ha estado al servicio de las asociaciones, colectivos y ciudadanos que le han pedido colaboración.
Si Ignacio ha consagrado su vida a ensalzar las cosas de nuestra huerta, no menos ímpetu ha demostrado en esas lides D. Francisco Fernández Egea, conocido por todos cariñosamente como Frasquito. Siempre volcado en defender nuestra cultura y tradición, conocido es el cariño que siempre ha puesto por dar a conocer, en los más diversos medios de comunicación, el extenso legado que atesora nuestra Murcia. Y no menos cariño continúa demostrando desde la asociación L'Ajuntaera, por todos conocida y fiel defensora de la lengua murciana.
Si existe alguien vinculado al trabajo por los Mayores del Municipio es el siguiente homenajeado, D. Simón Párraga Martínez. Desde que en el lejano 1997 se encargara de presidir el Centro de Mayores del Rincón de Seca su dedicación ha sido fructífera, absoluta y continuada.
Por ello mereció el encargo de convertirse en secretario de la Federación de Centros de Mayores, donde se convirtió en presidente en el año 2006. Y desde allí sigue impulsando cuantas iniciativas permitan mejorar la calidad de vida de los mayores murcianos, lo que evidencia el buen hacer y la dedicación que pone en cuantas iniciativas emprende.
No menor dedicación, desde luego, ha puesto en su trayectoria vital el siguiente homenajeado, D. José Antonio Garre Tomas. Porque este vecino del Carmen puso durante su extensa vida laboral tanta dedicación en su trabajo que no en vano se le conoce como el Maestro Garre. Maestro peluquero durante medio siglo. Y si ese noble trabajo no fuera suficiente para adquirir una justa fama, además ha sido un activo nazareno murciano en la cofradía del Santo Sepulcro, junto a la Virgen de la Soledad, y el Domingo de Ramos en la Esperanza. Sin olvidar que sus amores murcianos también han estado repartidos, como sardinero de pro, en el Grupo Ceres, y hasta como directivo del Club Real Murcia entre los años 1979 y 1984.
La última de las homenajeadas esta tarde ha sido Doña Dolores Reyes Navarro, Lola Reyes. Siempre dispuesta a trabajar de forma desinteresada por la Ciudad, bien sea en las inigualables Fiestas de Moros y Cristianos, donde se convirtió y sigue siendo un pilar esencial. O en la organización de los festejos navideños, donde su exquisito gusto ha quedado patente durante tantos años.