José Guillén subraya la apuesta del Ayuntamiento por desarrollar en Murcia la xerojardinería, que requiere menos mantenimiento y consumo de agua y utiliza plantas que se adaptan perfectamente a la climatología del municipio. El jardín del Salitre concentra la zona de cactus de mayor tamaño, con ejemplares de hasta 10 metros de altura, pero también se pueden observar en Antolín, El Raal o Algezares, entre otros.
El Ayuntamiento, a través de la Concejalía de Modernización de la Administración, Calidad Urbana y Participación, que dirige José Guillén, está haciendo una apuesta por la “xerojardinería”, un diseño de jardines en los que prima el uso racional del agua.
Una de las grandes ventajas que ofrecen los cactus es su perfecta adaptación a zonas con escasez de agua como es el caso de Murcia. De ahí que se usen sobre todo en este estilo de paisajismo “orientado hacia el diseño de zonas verdes de calidad que conservan agua y protegen el medio ambiente”, señala Guillén, quien igualmente destaca que “se trata de optimizar la jardinería, adaptándola a los recursos de zonas con grandes períodos de sequía, como Murcia”.
Estas plantas necesitan unos cuidados esenciales como son un riego al mes como mínimo (excepto en la llamada parada vegetativa en invierno que hay que reducir estos datos), y un abonado mensual, sobre todo desde principios de primavera hasta el otoño.
Los parques y jardines del municipio albergan 64 variedades de cactus, especialmente del género ‘Mammillaria’, que con 13 especies diferentes suman unos 80 ejemplares, y los ‘Ferrocactus’, que con sus cuatro especies distintas llegan casi a medio centenar de plantas, cuyo cuidado y vigilancia se encargan 15 personas.
Los cactus, a diferencia de lo que mucha gente piensa, también tienen flores. En concreto, en Murcia, se pueden observar algunas especies como el “cactus cacahuete” que tiene flores naranjas y púrpura, los “Echinofossulocactus” que son cactus pequeños y esféricos con flores de color rosa, o las “Lobivias” que tienen unas llamativas flores rojas.
Este tipo de planta se encuentra, principalmente, en el barrio de San Pedro, San Antolín (parterres del plano de San Francisco) y en el jardín del Salitre -con ejemplares de hasta 10 metros de altura-, así como en Aljucer, Guadalupe, Monteagudo, Sangonera la Seca, El Raal, Algezares o Gea y Truyols.