El vocal de Cambiemos Murcia en la Junta Municipal de El Palmar, Enrique Baeza, ha denunciado hoy que el cauce de la rambla del Puerto de la Cadena, dentro del Valle Carrascoy, se está desviando hacia huertos privados para regar cultivos de limoneros y llenar balsas y piscinas de particulares sin contar con la autorización de la Confederación Hidrográfica del Segura (CHS).
Baeza, que visitó la rambla junto al concejal Sergio Ramos, el responsable del grupo de Huerta y Modelo de Ciudad, José Antonio Moreno Micol, y el representante de la formación en San Ginés, Ginés Mirón, ha explicado que esta desviación comenzó hace muchos años, cuando la zona a abastecer era "muy reducida", pero con el paso del tiempo el uso ha ido aumentando.
Así, "se está haciendo un uso privativo del agua para balsas, piscinas y cultivos". Todo esto "ante la pasividad de las Administraciones", que "en ningún momento han hecho nada para devolver el agua a su cauce natural, recuperar el daño medioambiental que se está produciendo tanto en la flora como en la fauna o limpiar las pozas".
Precisamente, ante esta falta de acción, el vocal presentó el pasado año una moción en la Junta Municipal para devolver el agua a su cauce natural y proceder a la limpieza del entorno, que fue aprobada. La respuesta de la CHS fue que no tenía presupuesto para llevar a cabo estas medidas pero mostró su aprobación a que las acometiera la junta, con su autorización.
El pasado 5 de enero, tras un escrito del vocal de Cambiemos Murcia, la CHS requirió a la junta un proyecto detallado de todas las actuaciones con la ubicación concreta, de ahí que la formación municipalista, también a través de su representante en El Palmar, haya pedido recientemente al Ayuntamiento que se encargue de esta labor.
"Hemos solicitado al Consistorio que, a través de un técnico de la concejalía de Fomento, realice un proyecto específico", ha señalado Baeza, quien ha considerado "urgente" esta actuación ante el deterioro de la rambla y de las zonas próximas, como es el caso de la zona infantil y el merendero, sobre las que no se ponen en marcha medidas de conservación más allá de la limpieza.