El equipo del Servicio de Emergencia Móvil de Atención Social (SEMAS), dependiente de la Concejalía de Derechos Sociales, que dirige Conchita Ruiz, ha atendido desde el inicio del verano a más de 20 personas en situación de exclusión social, sin alojamiento y ejerciendo la mendicidad, con el objetivo de paliar las consecuencias físicas de la exposición al calor.
El dispositivo puesto en marcha proporciona a estas personas, que además pueden presentar enfermedades -de carácter físico o mental-, agua, alimentos, ropa, transporte, alojamiento de urgencia y traslado o acompañamiento a Jesús Abandonado y RAIS.
‘El Ayuntamiento presta atención inmediata a los más vulnerables durante todo el año, pero reforzamos esta labor con campañas especiales cuando la temperatura es extrema, bien sea por lo elevado, como ahora, o por el descenso, como se produce en los meses de invierno’, explicó Conchita Ruiz. Este servicio se desarrolla estableciendo contacto personal, estudiando su situación, y generando un vínculo que facilite el proceso de intervención y de inclusión social de estas personas que viven en una situación de exclusión.
El SEMAS realiza un especial seguimiento en torno al mediodía y por la tarde, para evitar los efectos que sobre la salud puede ocasionar la exposición prolongada a las altas temperaturas. Realizan su trabajo en equipos de dos personas, integrados por una trabajadora social y un policía local, atendiendo a los ciudadanos con más riesgo, a los que se les dota de medios de hidratación pertinente, al tiempo que se les informa sobre las estrategias que pueden adoptar para reducir el impacto del calor en su organismo. También son informados sobre los diferentes recursos sociales municipales a su disposición.
Atención a un hombre en San Agustín
Uno de las intervenciones realizadas en los últimos días ha sido para ayudar a un hombre, de origen gallego, que se encontraba desde hacía días en un banco de la Plaza San Agustín, negándose a abandonarlo. Pese a las insistentes llamadas y ofrecimiento de agua por parte del SEMAS, no manifestaba ningún interés por su presencia, ni contestaba a preguntas básicas, además de presentar un estado higiénico deplorable.
Ante la posibilidad de que padeciera un trastorno mental o deficiencia psíquica, y con el apoyo de Policía Local, se contactó con el servicio 112 para que enviara una ambulancia, a la que en un principio se negó a acceder. Tras informarle de que si no aceptaba voluntariamente se recurriría al juzgado de guardia, el hombre finalmente consintió su traslado al Hospital Reina Sofía, con el objeto de realizar su valoración médica.
Simultáneamente, el SEMAS está realizando gestiones para contactar con sus familiares y adoptar las medidas necesarias en su proceso de atención y ayuda.