La concejala de Derechos Sociales del Ayuntamiento de Murcia, Conchita Ruiz, ha presentado esta mañana el Proyecto ‘Housing First' (o Primero en el Hogar), en colaboración con Jesús Abandonado y para el que se van a destinar 75.000 euros.
Se trata de una nueva forma de intervención con la persona, que comenzó a llevarse a cabo con el fin de crear un nuevo modelo que trabaje con las personas que no son capaces de pasar de una etapa a otra, sufriendo abandonos de los recursos y quedando atrapadas entre los primeros escalones cronificando la situación de persona sin hogar.
"Con este modelo tratamos de llevar a cabo uno de los principios básicos de los Derechos Humanos, se trata del acceso a la vivienda. Además, el colectivo al que está dedicado es a las personas sin hogar, cuyo mayor problema y solución viene ya en su propio nombre", ha explicado Conchita Ruiz durante la presentación.
Un modelo novedoso que revertirá en la ciudad de Murcia en resultados positivos, mejorando además la eficiencia de los programas implementados hasta ahora. Para ello se les facilitará una vivienda, que les permitirá ganar autonomía y normalizar la situación en la que se encuentran, basando la mejora en la disposición de un hogar digno para comenzar su nueva etapa.
"De esta forma, la concejalía de Derechos Sociales, junto a Jesús Abandonado, actúan de manera pionera en la puesta en marcha de este programa en la ciudad de Murcia, demostrando así su preocupación por las personas sin hogar. La subvención de 75.000 euros se transforma así en la puesta en marcha y funcionamiento de 3 plazas de este modelo, que se convertirán en 5 antes de que termine el primer trimestre de 2018", ha completado la concejala.
Perfil de los beneficiados
Las personas que pueden acceder a este programa son personas con una cronicidad alta en calle, que además puedan tener enfermedad mental o física que hace además que tengan que visitar los servicios de urgencia varias veces al mes, pueden o no tener dependencia de sustancias psicotrópicas y además tengan unos ingresos más o menos regulares.
Las únicas condiciones que se le piden son la buena convivencia vecinal y comunitaria, poder hacerse cargo del pago o copago de la vivienda y mantenerla en condiciones, y por último aceptar las visitas de los profesionales a la vivienda.
Además, la persona que sea beneficiaria tendrá que querer un cambio en su vida y desde el programa se le dará todo el protagonismo ya que no existe una intervención directiva y evaluativa, sino que ella misma guiará su proceso de auto encuentro e intervención.
Los estudios realizados en otras ciudades de España muestran índices de éxito superiores al 80% con este tipo de intervención.