"Es un auténtico "Persianazo", se basa en mediciones acústicas que no son reales y tendrá dos grandes perdedores: los ciudadanos y el sector". Así se expresa el presidente de Hostemur, Jesús Jiménez, sobre la nueva regulación sobre ruido que está a punto de aprobar el Ayuntamiento de Murcia para el centro urbano. Entre otras medidas supondrá la reducción del horario de instalación de terrazas, llegando a rebajar en algunas zonas hasta un 75% su número de mesas. "Esto conllevará un drástico descenso en la actividad de los locales y, lamentablemente, la inviabilidad de algunos de ellos", adelanta Jiménez, que explica que también se eliminará por completo la concesión de nuevas licencias de apertura en el entorno.
"El principal problema es que los responsables de este 'Persianazo' no se han parado a pensar en cómo puede afectar al turismo y a la propia ciudadanía, a la que se le recorta significativamente la oferta hostelera", señala el máximo responsable de Hostemur, que recuerda que Murcia es una ciudad que basa gran parte de su propuesta turística en la gastronomía y el recreo que ofrece este sector a sus ciudadanos. "Los murcianos somos gente abierta que disfruta en gran medida de sus relaciones sociales -e incluso laborales- en el entorno de bares y restaurantes, por lo que nuestra forma de disfrutar del ocio se ve seriamente amenazada", vaticina Jiménez, que advierte también del duro golpe que sufrirá un sector tan importante en la generación de empleo.
Mediciones irreales
Por ello, desde Hostemur -entidad con casi 4.000 asociados que integra a todas las asociaciones y colectivos profesionales del sector de la hostelería y el turismo de la Región de Murcia- se solicita al Ayuntamiento de Murcia que paralice la aprobación definitiva de la declaración de zonas de protección acústica especial en Murcia centro, su delimitación y los planes zonales. "Las mediciones que se están usando calculan el ruido creado en el entorno y se incluye el ruido de base de toda la zona, pero el pato lo pagamos los hosteleros, que somos los que generamos empleo y de nosotros dependen muchas familias", se queja Jiménez.
Para apoyar sus quejas ante la falta de precisión de las medidas que presenta el informe municipal, Hostemur ha encargado un informe a una empresa especializada en ingeniería de sonido y acústica para cotejar los datos presentados. "También hemos solicitado, sin éxito, las mediciones de otras zonas de la ciudad consideradas de alto impacto acústico, como -por ejemplo- Gran Vía o Ronda Norte", explica el presidente de Hostemur.
Mal camino
Los hosteleros de Murcia tienen claro que la reducción de ruidos en la ciudad es necesaria, pero destacan que tiene que venir dada por una reestructuración consensuada de las zonas de ocupación de vía pública para la que esta regulación no es la herramienta adecuada. "Nosotros también queremos la reducción de ruidos en nuestra ciudad. Somos padres, hijos, hermanos, amigos, vecinos… y es una medida de protección medioambiental que nos beneficia a todos", explica el presidente de Hostemur, que se queja de que para redactar esta nueva regulación se creó una "Mesa del Ruido" que no ha sido para nada útil. "Hemos propuesto otras medidas correctoras, como campañas de concienciación, policía del ocio mediadora o ayudas a la eficiencia acústica, que al mismo tiempo es eficiencia energética, pero han caído en saco roto", critican los hosteleros murcianos.
Como apoyo a su mensaje Hostemur ha puesto en marcha una campaña para concienciar a la ciudadanía del problema que sobreviene, "porque van a ser los principales afectados y para cuando se den cuenta de todo lo que han perdido no se va a poder hacer nada". Un manifiesto al que se puede sumar cualquier ciudadano (https://goo.gl/6tQXDd), labores de información en redes sociales o diversas actividades en la calle son algunas de las medidas sobre las que va a apoyar esta campaña.