La Plataforma planteó en su día la protección del antiguo inmueble como parte de una propuesta de ampliación del Plan Especial del Centro Histórico Artístico de Murcia (PECHAM), iniciativa que no ha sido atendida por el ayuntamiento hasta la fecha. El colectivo reclama a su vez la constitución del Consejo Sectorial de Patrimonio que fue aprobado hace más de un año.
La Plataforma por la Defensa del Patrimonio Cultural de Murcia ha mostrado su pesar ante el derribo de una vivienda tradicional en las proximidades de la plaza de las Flores, en la calle Jiménez Baeza de la capital. Edificio que poseía balcones con rejería y base de losa y en cuyos bajos se encontraba la antigua librería Rubio, formando un conjunto de interés con otros inmuebles del entorno.
El edificio en cuestión no estaba protegido por el PECHAM, por lo que la Plataforma lo incluyó en su propuesta de ampliación del catálogo del centro histórico de Murcia, junto con otra centena de candidatos, para así evitar la desaparición de la fachada. Iniciativa que fue presentada al equipo de gobierno municipal a finales del 2016 sin obtener un compromiso tácito de las autoridades.
Aunque la empresa promotora de la obra ha anunciado que en el nuevo edificio que está planificando recreará la imagen del inmueble derribado, la Plataforma considera que lo ideal, "en un casco antiguo tan maltratado como el de Murcia", hubiera sido el mantenimiento de la fachada original "de la misma forma que se ha hecho en otros casos de tipología semejante que sí estaban recogidos en el PECHAM". Y es que para este colectivo, plantear imitaciones no deja de ser un "falso histórico". En su opinión, la excelencia en la conservación de cualquier casco antiguo pasa por priorizar la rehabilitación frente a la imitación, "como ocurre en multitud de ciudades".
A su vez, la Plataforma señala que este suceso pone de manifiesto la necesidad de que exista en el municipio un organismo que trate de forma específica estas problemáticas mediante un asesoramiento experto en la materia. De hecho, en mayo de 2017 se aprobó por unanimidad la creación de un Consejo Sectorial de Patrimonio a propuesta de la Plataforma, pero más de un año después sigue pendiente su constitución.
El hecho de que la mayor parte del centro histórico de Murcia fuera destruido durante las décadas de los 60 y 70 del siglo XX ante unos planeamientos urbanos muy poco respetuosos con el patrimonio, implica para la Plataforma que las autoridades deberían procurar la conservación de lo poco que consiguió salvarse, "sobre todo aquellas viviendas tradicionales que son las que logran generar una sensación de conjunto hoy casi inexistente"; como era el caso del edificio de Jiménez Baeza.