"Desde el momento en que nacemos comenzamos a morir". Esta contundente verdad es la que preside la instalación que Jose Antonio Torregar expone en la sala la Capilla del Rectorado de la Universidad de Murcia con su título en latín: "Nascentes morimur".
El paso del tiempo, la fugacidad de la vida, la vanidad ante las riquezas mundanas, es una constante en la obra de este artista en los últimos años.
Torregar ha intentado aprovechar las características intrínsecas de una sala tan especial como la Capilla de Convalecencia, en el Rectorado de la Universidad de Murcia, para explorar otros territorios distintos a la pintura y realizar una exposición tan particular como la propia sala en la que se expone.
El espacio central es un enorme nido que el artista ha fabricado con la paciencia y el entusiasmo de una golondrina. El nido como lugar de protección, de cobijo, de vida, a cuyo significado se oponen unos huevos ciertamente diferentes: una serie de cráneos humanos realizados en resina de poliéster y recubiertos con pan de oro otra alusión a lo inútil de aferrarse a los bienes terrenales.
"Quería jugar con la idea de la vanitas, de lo poco que nos sirven las riquezas de este mundo", dice el artista mientras nos muestra en sus manos un reluciente y dorado cráneo. La vida y la muerte concentradas en un mismo lugar, cuya imagen devolverá, en intranquilizadora imagen, un espejo colgado en lo alto. "Mi intención era aunar en un solo lugar la vida y la muerte, una imagen muy barroca que me atraía mucho". Todo ello subrayado por una música ambiental especialmente seleccionada por el artista.
Sin duda una experiencia diferente, a la que están invitados cuantos espectadores se sientan atraídos por ella. La inauguración tendrá lugar el próximo jueves 13 de marzo a las 20'30 horas, hora en la que será inaugurado por el propio artista en el edificio de la Convalecencia.