El pasado sábado, la comunidad parroquial de San Andrés y Santa María de La Arrixaca de Murcia vivió con júbilo la ordenación sacerdotal de Javier Mateos. Una celebración importante también para el Obispo auxiliar de Cartagena, Mons. Sebastián Chico, que fue quien ordenó al nuevo sacerdote.
“La palabra del Señor nos comunica el importante momento del envío de los discípulos a predicar el Evangelio como un encargo y una tarea especial para los llamados de todas las épocas”. Así comenzaba el Obispo auxiliar su homilía, en la que también destacó la necesidad del pueblo de Dios de “celebrar y vivir la presencia del Señor en sus vidas a través de la gracia de los sacramentos”. Mons. Chico recordó al ordenando que “un buen sacerdote tiene que ser ejemplar, humilde y reconocer cuándo se ha equivocado, teniendo la valentía de acudir al que le llamó y le confío una responsabilidad grande, para pedirle perdón con humildad”. También lo felicitó por haberse “fiado de Dios” y le animó a llevar la cruz de Cristo “como signo del amor de Jesús a la humanidad anunciando que sólo en Cristo, muerto y resucitado, hay salvación y redención”.
Antes de concluir la celebración, Javier agradeció a Dios, al Obispo auxiliar que lo había ordenado, al Obispo de la Diócesis, Mons. Lorca Planes, y a sus hermanos sacerdotes su acogida en el presbiterio. Y reconoció, también, el apoyo de su familia, amigos y compañeros durante su etapa como seminarista.
Finalmente, Mons. Chico encomendó al nuevo presbítero a la Virgen María para que lo acompañe en su camino y le sirva como guía, y anunció su destino como vicario parroquial en San Pedro Apóstol de San Pedro del Pinatar.