Huermur ha interpuesto una denuncia ante el Ayuntamiento de Murcia por el mal estado de conservación que presenta el singular caserío denominado Casa Blanca, ubicado en la pedanía de Los Ramos, al estar el mismo lleno de pintadas, grietas, derrumbes, y en un estado de conservación pésimo.
La entidad conservacionista señala que este patrimonio se encuentra catalogado y protegido en el PGOU, data del siglo XVIII, y conforma un complejo rural de estilo barroco popular, que fue propiedad de los condes de Heredia Spínola, y cuenta con una casa señorial, bodega, almazara, y cuadras, a los pies del castillo de Tabala.
Huermur remarca la importancia de este caserío, al ser uno de los pocos que quedan de este tipo en la huerta de Murcia. Por lo que se insta a las administraciones responsables a que cumplan y hagan cumplir la legislación que obliga a mantener este patrimonio en las debidas condiciones.
La Asociación para la Conservación del Patrimonio de la Huerta de Murcia (Huermur) ha denunciado el mal estado de conservación que presenta el singular caserío denominado Casa Blanca, ubicado en la pedanía de Los Ramos, al estar el mismo lleno de pintadas, grietas, derrumbes, y en un estado de conservación pésimo y muy preocupante.
Huermur ha podido comprobar recientemente como este patrimonio del municipio se encuentra sumido en un total abandono, pese a estar catalogado y protegido en el Plan General de Ordenación Urbana de Murcia con grado dos, y número de catálogo 2ED-Rm02. Por ello, se ha interpuesto la correspondiente denuncia ante la Concejalía de Urbanismo del Ayuntamiento de Murcia, solicitando que se inspeccione el caserío protegido, y se ordenen cuantas medidas sean necesarias para instar su debida conservación, protección y puesta en valor, como manda la normativa de patrimonio, y la legislación urbanística.
La entidad conservacionista señala que este singular patrimonio de la huerta de Murcia data del siglo XVIII, y conforma un complejo rural de estilo barroco popular, que fue propiedad de los condes de Heredia Spínola, y cuenta, según la ficha de protección del PGOU, con una casa señorial, bodega, almazara, y cuadras. Todo ello a los pies del castillo de Tabala, una edificación defensiva datada aproximadamente entre la segunda mitad del siglo XI y la primera del XII.
Huermur remarca la importancia de este caserío, al ser uno de los pocos que quedan de este tipo en la huerta de Murcia, y su singularidad por la proximidad del citado castillo medieval que controlaba el importante nudo de comunicaciones existente a sus pies, por donde pasaban los caminos que conectaban Andalucía con el Levante a través de la costa, así como el Puerto de San Pedro, utilizado, junto al de la Cadena, para enlazar la ciudad de Cartagena y sus costas y campos a la capital del reino.. Asimismo, desde esa atalaya se controlaba las avenidas ultramarinas hacia el interior y las extensas explotaciones agrícolas que la acequia de Zeneta propicia en este sector de la huerta de Murcia.
Por todo ello, Huermur insta a las administraciones responsables a que cumplan y hagan cumplir la legislación que obliga a mantener este patrimonio en las debidas condiciones, asegurando la conservación, puesta en valor, y protección de este enclave tan histórico como singular.
Un entorno lleno de escombros y basuras.
Huermur ha podido comprobar igualmente el pésimo estado de conservación del entorno de este singular caserío, cuya zona oeste está plagada de escombros y basuras, una situación que incluso se puede observar en las imágenes vía satélite, dada la envergadura de los vertidos.
Por ello, ha comunicado la situación al ayuntamiento para que se ordenen las medidas necesarias para asegurar el debido ornato y salubridad de la zona en cuestión, muy próxima a la edificación catalogada y protegida.