Esta acción llega tras la masiva manifestación de la semana anterior
Se une a las acciones realizadas en los dos últimos meses, con movilizaciones diarias en el Puente Viejo y la recogida de más de 1.000 firmas en Espinardo y 11.000 en El Carmen.
Vuelven a reiterar, frente al anuncio del inicio de las obras, que antes debe realizarse un proceso de escucha real en que se tenga en cuenta las aportaciones vecinales para reducir la afección en los barrios del "proyecto de la pintura".
Este será el primer acto público de "Murcia Centro Vivo", colectivo que engloba a vecinos, comerciantes y visitantes de Gran Vía, Avenida de la Constitución y Plaza Circular
Se trata de un acto conjunto de los colectivos, a los que une su rechazo a que se les imponga un proyecto que va a afectarles en su día a día y que no ha sido consensuado con vecinos y comerciantes.
Lamentan que no se haya variado una sola coma de sus proyectos ni se ha incorporado ninguna aportación vecinal a los mismos.
La cadena humana discurrirá a las 19:00 desde el Jardín de Floridablanca hasta la Glorieta, donde se realizará una cacerolada.
Las calles de Murcia acogerán esta tarde una cadena humana que unirá el Jardín de Floridablanca con la Glorieta.
Se trata de un acto simbólico que representa la unión secular entre El Carmen y Murcia frente al alejamiento de los barrios que creará el proyecto de la pintura, y que termina en la Glorieta de España.
Por su parte, la posterior "cacerolada" frente al Ayuntamiento, representa la necesidad de "hacer ruido" como única forma que se ha dejado a los murcianos para ser escuchados ante la imposición de un proyecto realizado de espaldas a los vecinos.
Así, los distintos colectivos vuelven a pedir al Ayuntamiento que los escuche antes de iniciarse las obras y que sus aportaciones se tengan en cuenta, haciéndose partícipes a los vecinos del diseño de sus barrios y calles, pues son ellos quienes las recorren, viven y disfrutan cada día, lo que les convierte en los mejores conocedores de sus necesidades.
Esta cadena llega tras la multitudinaria manifestación del pasado sábado y supone el primer acto público de "Murcia Centro Vivo", el colectivo que aglutina a vecinos, comerciantes y visitantes de Gran Vía, Avenida de la Constitución y Plaza Circular, alarmados por una intervención que amenaza con asestar la puñalada definitiva al comercio y la vida del centro de la ciudad, dejando sin vida el eje en torno al cual se ha desarrollado desde hace décadas la vida social y comercial de la ciudad.
Cada vez son más los colectivos y vecinos que unen sus voces para pedir que, antes de tomar decisiones de este calado, se tiene que escuchar a los vecinos y exigen alternativas reales a los problemas que generarán estas obras.
No pueden eliminarse 1.400 aparcamientos sin disuasorios y subterráneos que supongan una alternativa real, por lo que deben asequibles en distancia y precio ni eliminar carriles sin una mejora del transporte público previa a la eliminación de espacio para el vehículo privado.
Además, preocupa especialmente el efecto que pueden tener las obras durante la Navidad, ya que cambiar luces por zanjas puede condenar al cierre a muchos comerciantes cuya subsistencia depende en gran parte de estas fechas.
Piden también que se habiliten más zonas de carga y descarga para el comercio, pero también de personas, ya que se necesitan lugares donde poder recoger familiares, bajar la compra o cargar el equipaje sin que eso suponga colapsar el tráfico.
Y, una vez más, se pide que se hagan las obras en Verónicas con los placeros dentro.
Porque esto trata de personas, de que nadie pierda su empleo, tenga que cerrar su negocio o no tenga donde caminar por culpa de unas obras en las que no se ha escuchado a nadie, porque aún se está a tiempo.
Pero sobre todo, se pide que se escuche y se informe a los vecinos, porque no se puede anunciar el inicio de las obras en unos días sin que ni siquiera se haya explicado a los vecinos de esas calles lo que va a ocurrir delante de sus casas y negocios.
Al finalizar el acto, intervendrán los portavoces y se hará lectura pública de la carta que remitió "Cierran mi barrio" al Alcalde de Murcia.