El alcalde pedáneo del Partido Popular de Javalí Nuevo, Raimundo Martínez, protagonizó ayer noche un pleno de nervios ante su incapacidad para explicar la situación real de las cuentas de la pedanía.
Ante las exigencias de los vocales de la oposición se vio forzado a enseñar las facturas pagadas y las facturas pendientes, con cantidades “imposibles de explicar” tal y como le recriminó Juan del Cerro, portavoz y vocal de VOX en la pedanía de 3300 habitantes.
Del Cerro exigió ver las facturas, derecho que le asiste como vocal, y ante las preguntas y la insistencia, el alcalde puso sobre la mesa algunos documentos.
Durante su intervención, el Grupo Vox, representado por el vocal Juan del Cerro, expresó su preocupación y desacuerdo respecto a ciertos gastos, especialmente en relación con algunas facturas cuyo valor consideran elevado.
Juan del Cerro cuestionó el coste de materiales adquiridos en una factura de ferretería por un importe superior a los 2.700 €, señalando que parte de esos materiales habían sido destinados a la ayuda en la recuperación por la DANA.
Sin embargo, al ser preguntado, el alcalde no supo proporcionar detalles adicionales sobre el uso exacto del material ni sobre su distribución, limitándose a mencionar la ayuda tras la catástrofe y “otros arreglos hechos por él”.
El vocal del Grupo Vox también expresó su sorpresa por el coste de la cartelería para Semana Santa y el Carnaval.
Según su intervención, no se había visto ningún cartel del Carnaval, y los carteles de Semana Santa, con una tirada de 100 unidades, habrían tenido un coste cercano a los 5 € cada uno.
Juan del Cerro consideró que el precio era excesivo.
VOX también puso en evidencia la situación financiera del municipio, señalando que, a fecha 27 de marzo, restaban solo 31.000 € para cubrir los gastos hasta final de año.
Juan del Cerro presentó un documento de las actas anteriores, revelando que existía una deuda con proveedores pendiente desde antes de 2025, por un valor de 10.000 €.
El alcalde reconoció la existencia de dicha deuda , aunque no quedó claro si esta cifra debía descontarse de los saldos presentados o si ya estaba incluida en las cuentas expuestas.
Del Cerro (VOX): “La conclusión es que la pedanía no tiene dinero para afrontar la Semana Santa y las fiestas patronales porque, según las facturas que nos ha mostrado el alcalde, por ejemplo los flyers de publicidad han incrementado su precio de 1000 a 2600 euros en un año.
Es inexplicable e intolerable.” Los vecinos asistentes no consiguieron conocer el estado real de las cuentas,que se presumen en bancarrota, ni aclarar las dudas que pesan sobre el alcalde Javalí Nuevo y las facturas que ha pagado y las que quedan por pagar.
VOX instó a una mayor transparencia en la gestión económica de la pedanía, exigiendo explicaciones detalladas sobre las facturas presentadas y el estado real de las cuentas municipales.
El concejal de VOX, David Baquero ha manifestado su preocupación porque “Están normalizando el expolio de las pedanías.
Ya ha ocurrido en otras como Los Garres o Sangonera en el último año, ahora le toca a Javalí Nuevo, de nuevo el PP deja sin dinero para el resto del año a otra pedanía más.
VOX persigue esta nefasta gestión generalizada que está siendo permitida y amparada por el equipo de Ballesta”.
Por otra parte,la Comisión de Fiestas de Javalí Nuevo, ha dado al alcalde un ultimatum hasta el lunes .
Martinez acordó con la comisión de fiestas una cantidad determinada de dinero para celebrar las fiestas patronales, y ahora, la Junta Municipal no dispone de él.
Si el popular no da una respuesta a esta incertidumbre en este fin de semana, el lunes la comisión de fiestas le comunicará que no se hace responable de su celebración.
El vocal de VOX, Juan del Cerro manifestó, a este respecto, que para los de Javalí nuevo sería gravísimo que el dinero de las fiestas se lo hubiera gastado en propaganda”.
La inestabilidad del PP en la pedanía de Javalí Nuevo en la que al menos 4 miembros del equipo de gobierno han abandonado su puesto en el último año, ha dejado una pedanía arruinada, paralizada, con un 2025 incierto y con el alcalde pedáneo “colgando de un hilo” marcado por las sospechas en su gestión, cuanto menos, manirrota