Solemne Procesión del Cristo Universitario de la Salud: devoción, identidad y recuerdo en el corazón de la UCAM

La Universidad Católica de Murcia ha acogido la ya tradicional procesión con la participación del Regimiento de Infantería 'Zaragoza' n°5 de Paracaidistas y toda la comunidad universitaria

Bajo un cielo encapotado que respetó la solemnidad del momento, el Cristo Universitario de la Salud volvió a recorrer el Campus de Los Jerónimos en una procesión cargada de simbolismo, emoción y fervor. La imagen, portada con marcialidad por los miembros del Regimiento de Infantería 'Zaragoza' n°5 de Paracaidistas, fue acompañada por estudiantes, trabajadores y autoridades de la Universidad Católica de Murcia, encabezados por su presidenta, María Dolores García, y el coronel Enrique García del Castillo.

Desde la salida del templo barroco del Monasterio hasta su regreso al mismo, cada instante del recorrido quedó envuelto en una atmósfera de respeto y recogimiento. Los acordes solemnes, el paso firme de los militares, la cruz sobre los hombros y la multitud en silencio construyeron una escena que, más que verse, se sentía. La procesión, que se consolida como una de las tradiciones universitarias más esperadas en el tiempo de Cuaresma, es ya parte esencial del alma de la UCAM.

Uno de los momentos más emotivos se vivió durante el Homenaje a los Caídos, frente a la imagen de San Antonio, patrón de la Universidad; con la interpretación de 'La muerte no es el final' y la recitación de la 'Oración Paracaidista', la emoción se apoderó del Campus. Fue allí donde la presidenta de la UCAM y el coronel del Regimiento depositaron una corona de flores a los pies de la Virgen, en un gesto de unidad entre fe y servicio.

El acto finalizó con la entrada en el Templo, al son de una saeta interpretada por José Cayuela, momento en el que se produjo otro de los instantes más emocionantes de la jornada, cuando los paracaidistas presentaron al Cristo ante la capilla en la que descansa el fundador de la UCAM, José Luis Mendoza Pérez. Tras este instante, la presidenta de la Universidad Católica y el jefe del Regimiento, se dirigieron a los presentes.

En palabras de María Dolores García, "quiero dar gracias a Dios que nos ha entregado a su Hijo Jesucristo; lo vemos ahí, en la cruz, dando su vida por todos nosotros, para que nuestro amor tenga olor a vida eterna". Por su parte, el coronel Enrique García del Castillo destacó el sentido de esta procesión: "Ha sido un acto sencillo y marcial, donde los militares hemos tenido la fortuna de pisar la Universidad y convivir con la cátedra. Valores esenciales como la religión, para quien crea, nuestra cultura y nuestras tradiciones deben mantenerse, porque somos parte de esta gran nación". Subrayó además que esta ceremonia refuerza "esa simbiosis que debe haber entre los pilares de la sociedad".

La procesión no solo es una manifestación religiosa, sino también un testimonio de identidad. La colaboración entre la Universidad y las Fuerzas Armadas pone de relieve el respeto mutuo por la historia, los valores y las creencias que forjan una comunidad cohesionada y enraizada en sus convicciones. Cada año, esta celebración recuerda a la comunidad universitaria que la Semana Santa no es solo una tradición cultural, sino una experiencia espiritual que invita a mirar más allá del calendario hacia el misterio central de la fe cristiana.

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